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miércoles, 28 de enero de 2015
martes, 27 de enero de 2015
Deheru
lunes, 26 de enero de 2015
Hombre
Para la Literatura no hay distingo
En aquello del Espíritu que el Estado,
Para su administración,
Reclama,
Y
Aquello que
En la
Cultura,
Para la Educación,
En Entretenimiento
desdibuja.
Después se nombran Señores,
Todo se sumerge en ella a la sombra que la Voz reclama. Soy mi Caverna y hablo,
¿Experiencia? A la mierda,
Tenemos al Dios Vivo.
En aquello del Espíritu que el Estado,
Para su administración,
Reclama,
Y
Aquello que
En la
Cultura,
Para la Educación,
En Entretenimiento
desdibuja.
Después se nombran Señores,
Todo se sumerge en ella a la sombra que la Voz reclama. Soy mi Caverna y hablo,
¿Experiencia? A la mierda,
Tenemos al Dios Vivo.
Está en tu aliento
Las secciones del Mundo que nos pertenecen y somos nosotros
Avanzan por la brisa que no tiene nombre.
El Logos se diluye a la contemplación de la esencia; en su explicación el Mundo se pliega sin horizonte:
No hay Conocimiento,
La productividad del Mundo
Reclama la mentensión de las condiciones de apropiación de existenciaridad
para trabajadores.
La impunidad ronda la Calle
Al Sistema de Precios eres irrelevante.
Avanzan por la brisa que no tiene nombre.
El Logos se diluye a la contemplación de la esencia; en su explicación el Mundo se pliega sin horizonte:
No hay Conocimiento,
La productividad del Mundo
Reclama la mentensión de las condiciones de apropiación de existenciaridad
para trabajadores.
La impunidad ronda la Calle
Al Sistema de Precios eres irrelevante.
jueves, 22 de enero de 2015
El comienzo del Otoño
Y pasó el tiempo,
lo esperamos,
Sólo para caer del signo al sentido en tu cuerpo.
Para tener causa tenemos nuestras razones,
Nosotros hicimos del ombligo el resplandor lunar,
Después
La silueta de tus pechos cuando vuelves.
Amanace,
Es el comienzo del Otoño.
domingo, 4 de enero de 2015
Víctimas del Parnaso
Abandonada de la costa vuelve el águila y remonta el paso donde antaño
los dioses,
Tus hermanos,
Cantaron tu nombre para alumbrar el Otoño.
Ahora el Otoño claudica y del Mar retornan los encantos de la noche vaporosa en que tú,
y yo,
jugábamos al Bosque.
Las mentiras vuelven al Corazón en llamas Hermano,
La mentira te envuelve y nos da lágrimas donde antaño hubieron héroes.
La Ciudad ahora está repleta de pordioseros Hermano,
Miserables a la industria repleta de nuestro gobierno que nunca ceja en nombrarte.
La miseria nos gobierna hermano mío,
Ven, vuélvete y pregona la paz
Ante el músculo y la fuerza de la Violencia
Que inquita e inmadura ha llevado al Letheo la sagacidad de tu conciencia.
Hércules hermano, ¡ven y
Despierta! Hemos de dar con los Titanes
Y la crueldad de la erradicación de su parentela.
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