Quieta la mar que nombra la olas,
Alas de sal que anuncian el traro,
Que todo conquista
Y todo lo asume de nuevo.
Era del Sol el guardián y tu nombre,
Sangre precepto y aquieta que encumbra el derredor
la noche y el amarillo del mar en todos los sueños,
Nombrando la noche por azul desamparado:
dices la D
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