Eres, Vienes al viento, lo llamas, todo lo envuelves;
Precipitas el cielo y haces que la oscuridad se dibuje de ti,
Que sucedes, quien recién vienes,
Que todo ahora ya lo truenas
Donde sólo acá llamas las nubes:
Es tu voz Ángel orilla
Quien huracán ya acomodado la tierra oculta la brisa.
La vibra, Estas leyendo,
Somos Nosotros,
[Asunciones],
Oscuridad, viento y papel,
Sol amparo y multitudes que vibran cuando ven al sol venir,
Ninguno es humano.
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domingo, 29 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
Mitos y aventuras del papel de la escritura
De sí para consigo
No consigo livianar la atemperatura en que tus ojos son los míos,
No consigo livianar la atemperatura en que tus ojos son los míos,
No consigo atemperar la sal, la gravedad y el ocaso
en que somos los mismos,
en que somos los mismos,
Más viejo, más jóvenes, más antiguos.
[Yo contigo quiero secarte]
[Yo
contigo quiero solventar los sueños]
De sí para consigo no consigo livianar la atemperatura
Donde nada es y subsiste,
Donde nada es y subsiste,
Donde vamos allá en oscuro orfanato livianando las
olas de la sal
-lo azul, otra cosa -
[…]
La llama terrible que cuesta tanto trabajo partir,
Arrancar,
llamar cada cosa en cada brisa y soñar tal vez otra
noche
En otra vida partir,
En otra vida partir,
-El olvido que vela lo que ahora nunca es distante,
Ni un sueño:
[Nadie pasa –todos vienes- a la significatividad de
los versos]
[- Tiresias, he aquí mi sangre,
He también mis sueños.]
Quizá más viejo, quizá ello mismo quien lo sume,
Lo adyuve, integre en aparato pleno de misterio,
De la errancia,
del rencor atado a tanto resentimiento que ya no
vuelve
pero que tampoco nadie pasa,
Vida, confusión y notas,
Quien ya no vuelve nunca ha partido,
Permanece detrás de nosotros,
En algo que es todo menos la sal de la orilla.
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