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lunes, 7 de marzo de 2011

Ladridos del perro del infierno

III

Es cierto,
En ocasiones
Los venenos relajan y permiten reposar el sentido
En tierra
que resguarda su futuro despertar.

Tú no querías descanso
Tú buscábamos morir,
Legar el aliento agotado de tu silencio,
Tu voluntad de ausencia,
Tu voluntad de redención.


IV

Como la luna te levantas

Desde el océano a la costa,
Sin rostro,
Sin reflejo
Sin vida.

Te levantas,
Aparición sin llano,
Ya sin cuerpo,
Ya sin desolación

Sólo tú, fantasma,

Selva seca de Oaxaca


V

Avanza sobre mí, camina,
Grita como bestia alada
El nombre de tu necesidad,

Mi deseo,

Mi muleta,

Control del perro mentiroso,
Ladrido de mi seguridad social,

1 comentario:

  1. al cancerbero que vigila las puertas del infierno, se lo puede eludir con algún veneno relajante...para dejar avanzar la bestia alada, el deseo, la necesidad, aùn sin rostro pero con nombre.

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