Pasa así el azote del orbe lo mismo.
Y cómo cada rayo hace una cosa,
Qué se requiere así en rayos, truenos y centellas para convertir un núcleo inerte de neutrinos en la sólida estampa de toda la
presencia.
El hombre es verdaderamente el universo entero.
Deje usted el centro, los nuevos materiales que nos gravitan,
Toda la contextura del cielo en el silencio,
Y usted aquí pensando en nada.
Ande vaya, piénsese en los nuestros, de siempre Señor los mismos,
Los nuestros.
Y que crezca en manto la piedad, oh sol,
-Conmina la Brisa-
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