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domingo, 1 de junio de 2014

Nada más hay que hablar cuando al templo Dios no lo ha abandonado




Y el Sol se obliga a mentir
a dibujar detrás,
a mentir;
en algún momento el amor de Dios tendría que darnos algo
y sonreír detrás así
en medio de una sólida parcela.

Roy Lichtenstein sunrise


Agota tarde la nave y se amarilla de Barro
truena el oscuro y su guante
le obliga a sufrir;
Nadie hable del sí mismo todo el mentir;
Allí luego cómo tienen que ser de la Verdad la Cosa y el Baile.

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