Por verdad la mentira te llama,
De verdad la mentira te abre,
Sueño sujeto acostumbrado a las cosas,
La risa,
El soplo azul de tu sonrisa,
Tu nombre,
Y el pasado en seco que nos conoce
Y que nos desplaza
Allí, cuando quiebra tu corazón
Y nos reconoce distintos
Soñándote en la cruz,
Muriendo.
Si Jesús hubiese sido mujer, no la hubieran matado,
La hubieran prostituido en un templo sagrado, dando paso a un empoderamiento de castas en el poder de preñarla y legar sólo vírgenes a la postre de más y más sagrada prostitución.
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