Belleza exasperada,
Abstraída de sí y contenida por estrella
Es la exasperación de su errancia en quien se recubre el resguardo.
Oh cruel vasallaje,
Si comprendes y no te llama al servicio,
Comprende quieto que los viejos héroes no mueren nunca con honra,
Mueren ciegos ignorando deseos
y amando oscuros reparos
que ahora aullarán tu nombre al ocaso,
Después es nada.
Cuenta cuerdas y noches de fuga
Desenvuelto tu llanto en llamas de memoria
Y necios versos que no cejan en su vanidad
Demente, incendiando toda entidad
Por ofrenda ante el Sagrado.
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