TIENEN TODOS TAN POCO COMO DRAGONES HACEN LA MEMORIA Y EL FUEGO
Aquieta con piedad al ave que llora,
Quien se estremece y de la mentira verdad te nombra,
Es el agua derramada por alguien,
Es el alguien en recreo y la saciedad del otro,
Es la suciedad del canto por la tarde
Agosto de placer en tarde y alquitrán la tarde.
Las aves conocen la contemplación,
y conocen su canto,
Todos los abismos del hombre son iguales.
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