Soy el absoluto indeterminado
y mi vida me pertenece en posesión
[Rehúso y abuso, mi derecho a la reposición]
por que nada soy.
¿Qué derecho tengo a condenar tu creación?
Ninguno, sólo mi voz.
Disculpa entonces si te llamo aliento
susurro, imitación.
Te sigo porque sos ese absoluto indeterminado, que se vuelve irreductible en su derecho, que es la VOZ. Cariños!!
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