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domingo, 28 de noviembre de 2010

Villa Maipo

Recibí mi nombre del sol,
llevo su fuego en mis ojos,
llevo su calor en mi piel,
llevo su silencio en mi alma,
llevo su locura en mis letras,
llevo su poesía en mi ser.

Quise entonces escribirte un poema,
pero ya lo había escrito Pablo,
el poeta.

1 comentario:

  1. recibir un nombre también es recibir su locura en las letras, cómo enloquece la poesía cuando lo escrito se te incrusta en la carne...

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