Les aterra la “idea” de un impulso, abandonado a sí mismo, carente de imaginación o conciencia; lo pleno de ecos, caos y arbitrariedad. Libre y sin empuñadura, sin huellas, lamentos o susurros como ideas, más allá de la moral. Despótico, pero sólo porque tememos a su
mal en viva ignorancia.
increíble síntesis, del temor al mal, basado en la ignorancia.cariños
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