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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Y entonces te transpuse

– De qué sirve estar deprimido si no posees un bronceado perfecto –, dijiste.
– Claro – y lloré, y me hinqué ante ti por la justicia de tu voz; – ¡Pero es que Yo quiero ser el Sol!

1 comentario:

  1. Y entonces....ja !!!que oportuno tu enunciado, el diálogo perfecto con mi poema "ser de sol". por eso el bronceado perfecto es funcional a la depresión. SALUDOS

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