Causa y proporción que encausa la zona, la propone
Y le llama a bailar la calle,
Le condiciona,
También la invita a bailar hasta la náusea,
Sin atender nunca cuál sea el valor
De la palabra o las afecciones del sonido.
Allí abre la puerta y encuentra la calle,
Allí la matemática se pierde e implora,
Soñando que amanezca quieta en su hora
Con toda la oquedad de su quieto relato.
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