Intento hipnótico del balance,
las miradas que se pierden
en la oscilación de los cedros.
Valiente altura que mira al cielo,
al ojo que mira y que mira el centelleo.
Donde cae la gota
cae la vida en su derrota,
del rostro del ángel muerto,
el mundo consumido en tu recreo.
No estuve la noche
en que la gota fue fuego,
o, en que del bosque del contoneo,
se taló los maderos de tu féretro.
Pero supe que la luna
protegió tu altura en su aliento,
mentiras, que tus alas
fueron peinadas por las ramas
de las aves del silencio.
tu estilo es muy oscuro, casi no veo... la densidad del sentido y el ángel muerto.cariños
ResponderEliminargracias por leer ese poema...tus comentarios me resultaron complejos y esclarecedores, me gustó que plantees la destrucción en vez de la desconstrucción, Derrida, ya no reina. Entonces, digo que es posible también hablar de demolición y pulverización del sentido. voy a leer tu ensayo. GRACIAS CON MAYÚSCULAS. CARIÑOS
ResponderEliminardebí decir DECONSTRUCCIÓN,SALUDOS
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