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viernes, 28 de enero de 2011

Hipótesis para Teología y economía de mercado

Sus palabras, una vez muerto,
cobraron un extraño sinsentido,
algo como putrefacción de su silencio.

Perversión irónica de cada tono,
antes bañado en inocencia,
ahora plagado en dorado destino

No sé.

Un poema que pague la cuenta
de cada lágrima dicha al silencio.
Cada roce, cada letra.
Dicha en agonía de su propio tiempo-sonido.

Cuerpo, sangre, huesos y silencio.

Un poema que espacie
el alma de su relato,
un poema con un parecido único a él,
a sus huellas de callado.

1 comentario:

  1. Me quedé pensando en los grandes poetas que vivieron en el delirio de la poesía, murieron solos pobres o locos y hoy el mercado los resucita en lucro incesante, pero es verdad que ningún poema pagará la cuenta de una sola "lágrimas dicha al silencio". Me impactas con cada letra

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