Como guerrero que aguarda por combate,
así despierto día a día, a seguir tu sol
oh Astro eterno enterrado.
Enterrado en mi mismo,
en la miseria de las letras,
sigo aguardando el pico y la pala del sí o del no.
Más no sólo hemos rumiado los antiguos pastos,
también hemos aprendido un poco de lactos,
de producción de leche y de industrialización.
Pero quizá tendríase que meditar
en la propia contemplación del poeta,
en su industria, en su tiempo,
En el misterio que encierra el pedernal
y toda tecnología,
incluso las ideológicas.
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