Ser sin hacer,
siempre sido,
siempre errante,
siempre asesino sin viento,
siempre tempestad de la razón-
de sú cólera amainante-,
del viento del uno y el mismo,
del sí y el sí mismo al fondo del cajón:
rezándole a sí y así mismo
confundido,
al rostro eterno del sol.
Vi tu nombre escrito sin letras,
Ahí, al fondo de una razón pasajera.
"vi tu nombre escrito sin letras"
ResponderEliminares como verte sin rostro... al final parece que toda razón es pasaj-era