México, ¿qué te pasa?

Diego Rivera, Maturation / Maduración, 1926-7, Chapingo.
(Photo credit: Joaquín Martínez)
(coñitos vírgenes debería llamarse
o entierre aquí su nombre, Revolución)

Todo mundo te lo va a decir, el Mundo te lo ha de declarar, los niños, vienen más listos, cada vez son más inteligentes.

México, no les bridas oportunidades, no hay brechas abiertas. El arte es monopolio de élites castradas. El deporte negocio de oligarquías.

México, sus sistemas educativos no integran los plexos del mundo real. Tu enseñanza formal es una porquería.

México, sus opciones de entretenimiento son producciones importadas. No tienen vínculo tal con la tierra que los arraiga. No les das cultura.

La música que escuchan apenas la pueden escuchar. Tus medios México siguen siendo el circuito de la tiranía cultural. No hay música pop.

Y el futbol México, deporte que tanto anhelan, está podrido en cada institución deportiva que te piensa. No contemplas ninguna otra opción.

México, no tienes atletas ni atletismo, tienes burocracias nefastas.

México, no tienes basquetbol, tienes burocracias vanidosas nihilistas y destructoras del espectáculo.

México, tus artistas plásticos son desconocidos de todos y por todo. Tu muralismo aún pudre la imaginación de los niños.

México, no escribes historias, representas dramas imposibles y son cerdos de la publicidad quien sublima en cine emociones.

México, tus instituciones de periodismo son impotentes a toda denuncia de maltrato, desaparición o tortura. Nuestros niños observan todo.

México, no hay ningún futuro abierto que el futuro se emplaza en representaciones que proyectan un espíritu vano, miserable y hueco.

México, nada es plástico, y hay algo peor que el unicel. Nuestros propios sueños.

México, @Twitter se puebla de Hippsters banales, per-edu-educados, sin referente efectivo al Estado que habitan. Drogas y suicidio les deparas.

México, ¿has visto los tuits de tu clase política? Son una vergüenza.

México, ¿cómo aguantas el cinismo de los periodistas de Tercer grado? Peor aún en Twitter. Denise Merker obvio no, ella es digna.

México, no has invertido nada en educación pública, menos en instituciones de formación profesional con honra, dignidad y claridad de futuro.

México, aparcelas los nichos del desarrollo industrial porvenir a instituciones de financiamiento empresarial que se capitaliza en plazos mezquinos.

México, mandas a formarse en el extranjero, más especialistas nunca tendrán horizonte de regreso, vendrán a hacer chamba de élites afincadas.

México, la Universidad mexicana la estás pudriendo por dentro.

México, ¿quién selecciona mis tuits que aperecen y no aparecen en mi muro de @Facebook?

México, nuestros niños son cada vez más inteligentes, más brillantes y más asertivos. Tú tienes el poder en las manos ¿Serás su asesino?

México, nuestros niños crecen día a día, mañana adolescentes que lo han visto todo, tendrán mil drogas de diseño a bien olvidarnos. ¿Qué te pasa?

México, si van y tocan la puerta de nuestras instituciones de Estado me los criminalizas igual que a los punks y a los patinetos en la calle

México ¿No tienes vergüenza de las generaciones perdidas que auspician el desarrrollo económico de los últimos veinte años?

México, son veinte años de sonar la misma porquería tiránica en radio y televisión. Nuestros programadores muertos de hambre.

México, ¿deprimiste por décadas el desarrollo del rock y del pop popular sólo para entregar las ciernes de una industria a las cerveceras?

México, ¿cuál es la diferencia entre la marihuana y el alcohol? ¿Qué haces con las drogas sintéticas entonces?

México, me da asco Thalia, Lucerito, la Rubio y toda la maldita retórica de la miseria del Teletón. ¿para qué delegaste la institucionalidad en salud?

México, organizas ferias y bazares de diseño a bien exponer el trabajo de los ejércitos de banales técnicos que gestionas. No hay artistas.

México, tus hippsters, el marcado del diseño, no tiene criterio que no tiene literatura que no tiene poetas que no tiene canto ni mística.

México ¿cuál es la diferencia entre la Condesa, la Roma o la colonia del Mar o la Turba? Tú, tú mismo, el centro de poder que gestionas.

México, nuestros niños pronto comenzarán a suicidarse en hordas simbólicas, las televisoras inflingirán miedo y el caos de su información.

México, es lo mismo que venderles drogas y no darles artistas que les muestren el infierno, sus glorias y las cavernas de dolor que componen y habitan.

México, la cultura y la formación en el consumo se resguarda en festivales que tú ignoras en el Bosque.

En las madrugadas ellos regresan y se matan en carretera. La gente habla entonces de los ácidos México, así se aterra.

México, no tenemos causes para instrumentar y empoderar el discurso de nuestra famme fatale mexicana. Deparas el tálamo de un Rancho Grande.

México, políticos infaustos se llevan a nuestras bellas mujeres. Generaciones y generaciones de hijos con aliento podrido manchado de sangre.

México, nuestros filósofos sueñan con metal que el metal les ha llenado la vida. Tú no tocas nada en el radio ni transmites nada en Televisa

México ¿qué te pasa?