Buscar este blog

martes, 5 de abril de 2011

Contemplaciones II

Contemplaciones II

(Sordera historiográfica)


Composition VII—according to Kandinsky, the mo...
Composition VII—according to Kandinsky, the most complex piece he ever painted (1913) (Photo credit: Wikipedia)

(…) Hay voces Si hay escritura es porque antes hubo lenguaje,
Pero, qué, cuando que ya éste en su aparecer, aparece, ¿aparece como qué?


Sin sonido no hay signo escrito, es cierto, pero ¿alguien ha pensado la normalización al sonido que la palabra escrita dis-pone e im-pone? Las lenguas modernas se levantan como impuestos al juego del alma del viento. Como imperio de la verdad, ¡Un terco occidente a mi derecha cuando yo creo en las tierras del sur!

Y es que hay vientos y vientos para pensar, para ser sido. Claro, lo que se requiere es un pensamiento de medio-sol. Un pensamiento que mire la luz de las estrellas detrás del heliotropo. Que nos sepa dar la clave del viento de sus pasos a nuestro alrededor.
La respuesta al llamado de lo eterno.


Y es que no he encontrado nada peor que el heliocentrismo.


La palabra escrita para el cristianismo primitivo y medieval no puede ser sino un demonio, la versión oscura de la eternidad. ¿Cómo si no, explicar la así creación del todo pero no también la creación del texto?
Que así como el texto olvida el relato del comienzo antes del tiempo, antes del ser (abismo( una pregunta podría ser sido: ¿Cuántas cosas esconden la escritura sin nombrarla, sin decirla?, es decir, ¿cuántos barcos recuerdan el puerto de su partida? ¿La mano y la voz del tiempo que los creó?
Ante tal hecho, respecto al mundo, no se trata del construirlo, más bien se trata del diseñarlo, del diseño del mundo, el emplazarlo a la disposición técnica del ser al haber el diseño configurado el espacio de su existencia desde las instancias del deseo.

Cada una de nuestras letras, marcas y emblemas de la antigua cantera,
Sin voz y sin recibos, cada una de ellas, de su posición original. El silencio.

Sin las marcas, por ejemplo, no se desarrolla jamás la geometría, que la única manera de comprender el espacio es en el hito del uno-mismo colocando una piedra para la posteridad, una huella en la roca, un espacio en la verdad, el siempre sido.
De la tierra al mundo; recién una marca aquí y todo el rostro se difumina en proporciones, siluetas y en emociones. La alteridad fenoménica de una caída, de un fuego robado, de una condena eterna al fuego, a la carne, al suplicio. Una isla emerge así, es la idea de una matemática anamnésica de la propiedad y la disposición del signo. El punto de encuentro entre el hombre y el animal.
Lo depotenciado en el recuerdo pero siempre útil al utilizar.


Nietzsche hablaba de las islas afortunadas, las que vendrían a emerger ante otro sol, ante otros signos del sol al amanecer. Escribir y pensar en la costa de Italia seguramente te da mucho qué pensar sobre la costa y el sol.


Guardé todo el calor de la tarde en una palabra dicha al oído, escuchada en toda la piel.

Vi el rostro del amor en el reflejo del desdén,
vi a Dios en mi mismo,
vi sus actos en cada quien.

Ahora cabalga sólo, en silencio, en marcha de cada palabra, de cada hecho.


La filosofía no se encarga de transformar al mundo, tampoco de conocerlo, se encarga de amar el placer del oscuro secreto. Lo que la piel no puede nombrar y se llama cuchillo.
Desde ahí viene la forma, la sabiduría. Es la sátira del pensamiento y la tragedia de su voz.
Es también el ladrido de un perro.


Hemos renunciado a lo más propio de sí mismo. Mi piel.


En cuchillo suena la alteridad. El otro, mí siempre asesino. La difusión del ser en sí mismo.
Nosotros no somos así, en nosotros siempre somos nosotros mismos,
De aquí en veinte siglos, la muerte por placer.
Enhanced by Zemanta

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay palabras que son instrumentos, hay palabras para hacer un ritual, hay otras para hacer una fiesta de sentidos, y te podès sentar a contemplar lo que hacen todas las palabras en la historia de la humanidad, aquì creo en las tierras del sur en nuestras palabras que un dìa saldrán como cuchillos, o rostro y alteridad. Hechas reflejos de amores sin desdén, cuchillos para abrir la piel, sacar las estructuras heredadas de ese terco occidente, aquì en las tierras donde nadie renuncia a su piel...fiesta del puro placer

      Eliminar
  2. no sé si es un placer narcisista, pero he disfrutado del encuentro, no sólo con tus palabras sino también con las mías!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Narcisista! Bueno Sonia... en qué quedamos con los griegos? Las palabras, palabras, no son espejos.

      Eliminar