Invoqué a los hijos de la noche
para conjurar/ladrarle tu silencio.
Nadie atendió el llamado,
y con sus gritos/gorrión sordos,
aniquiló lo último de paz que palpitaba en tu recuerdo.
¿Recuerdas?
No, ahora es tu rostro/laurel ignoto
el que clama por lo inservible del tiempo transcurrido
¿Recuerdas?
No hubo final/luciérnagas decretado
con la ausencia de tu voz.
¿Recuerdas?
Era la polución/salmones
de tu oreja/sarmiento sobre mi pecho.
…fueron los hijos de la noche que atendieron mi lamento.
Trituraron a las bestias/Ayante
en que nos convertimos el uno del otro.
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