Y hablaron,
y sentaron plaza,
y las rocas hablaron y templaron del sol un corazón,
las direcciones y la inventiva,
el susurro del aliento a la brisa de un siempre,
palabra igual la de la brisa.[2]
Erigieron una Estela.
Una nihilidad,
Palabra aspergente que emerge a sentido la urgencia,
Temperamento y temperatura,
Una pasión devota
Que quita la mira y la derrota.
Y.-
Canta sangre y habla vida,
Hambre sostiene a sus entrañas la voz quien le conmina.
Sonido de paz es la paz que se resguarda,
Mira,
No hay tempestad sin el sol hacia el norte en tu sonrisa.
X.-
Y no la hay,
Y no eres tú quien canta la vida,
Es una roca y ya,
No falta más sino evidenciar el carácter de un todo.
Y.-
Y ahí así entonces me difiero.
Ah la devoción,
Te integras sagrada vida,
Y.-
Más antes te anegas,
Él nunca antes del haberse atendido
Fue y anudó los resguardos de la voz en un sonido,
Antes del sol color de una palabra de amor
Pasión en sal o el color de la brisa
Dejó un quiero,
Una llamarada quizá.
X.-
Lo inútil que es del placer un Todo.
Y.-[5]
Te dejó.
X.-
A tu muerte señor, a tu muerte señor
Es mi salud toda vía,
Él fue, trajo vida,
Vino y volvió desnudo al tercer día,
Más fue una ocasión y la silueta de la brisa,
Fue despacio,
Amaneció quieto, y tal vez ahí te resguardó,
Despacio,
Entre tus ojos y los míos un lucero
Pedazo de dios, los cerró
Eterno sol entre el nácar y la turquesa a tu piel y tus ojos.
Y.-
Sonido pasado en canto de alabanza.
X.-
Los enterró,
Y mis manos al madero que acarician tu voz
Es la selva quien recorre sus cuerpos.
Y.-
Eran mi resguardo Señor.
X.-
Más acasode la selva no seránlos jardines,
Sus hijos aún recorren de las ceibas que legó su mano.
Y.-
Y todos habrán muerto antes de consumirse la aurora,
X.-
La luna y una sal en carne que drenan la vía
Señor, tus ojos te comandan.
Y.-
Dispusimos nuestros mejores hombres,
Colocan de piel el susurro secreto,
Y la roca guarda la perspectiva de tu encanto.
X.-
Más tu voz,
Tu voz señor,
Tu voz los perturba.
¿Es sólo la espina quien parte en dos su día?
Y.-
El señorío en tus ojos.
X.-
No.
Despacio amanece quieto y ya tus ojos no son míos, los sueños
No son míos,
Tus ojos y los míos miran distintos destinos.
Y.-
Un sol y otra invocación, carnada y precipicio.
Una estocada, sangre y clavo en la roca,
Tal vez tu estampa en quietos soles,
La mirada,
Tal vez la vida.
X.-
Apóstoles ala mentira de las rocas.
Y.-
Es sólo la batalla.
Partieron quinientos a la hora nona
Partieron quinientos en devoción de la roca,
Sin rostro en tempestad debida
Y Partieron a Aplastar del acanto tanta rabia y sangre labio.
X.-
Callaron oscuro en devoción la pista
Todos los arcos de transferencia y los tag entre países.
Y.-
Callarán su derrota.
X.-
Sabrán callar su derrota a las piernas de las rocas,
Más las rocas,
A mí me aterra todo en vanidad cómo se explica,
Y se mueven ahí sin más,
razones,
Abandonadas del sol y el norte,
Un lucero nuevo entre tú y yo señor.
X.-
A mí aterra el sol tu corazón y toda la noche, sonido de paz quieto
Y el sol que mira venir y pasa venir igual,
Así con el canto del ave cuando amanece,
Y.-
En agora de sol un sometimiento.
X.-
Sal de sol, sonido corazón,
Una palabra muerta y el viento del sur.
Igual duermo contigo.
Y.-
La temperatura de la selva y
La sal que no pudre.
X.-
Señor, ahí entonces la temperatura de tu sal es la mía,
Del canto el ave es azul tu manto,
La sangre son otras rocas,
Y.-
La espalda de un hermano no se puede admitir,
Sin abatir mis palabras me derrotas.
X.-
Pasas fuego,
Tiempo ha que tus prosecuciones son claras
Señor del fuego
Temperamento del sol,
Sonido de paz y amanecer quieto,
Abrázame,
es sólosonido del sol.
Y.-
Sol del corazón y la sal de la noche
X.-
Bueno, conoces sus nombres, Pasas fuego.
Y.-
Señorío de la voz a tu resguardo se hace claro,
Pasa inquieto, habla algo.
X.-
Señorío de la voz y el pasado en la noche,
La pasión del sol señor que al resguardo se hace claro,
Sonido de paz acostumbrado a la noche.
Y.-
Sonido de noche tus ojos señor.
[1]Señores del Xibal-ba.
[2]Empezamos a sacar cuentas.
[3]Por amor si te contengo no es amor la derrota
es amor el fuego quien quita batalla y emprende una vida,
junto hace la aterración de sentido.
Calla,
luego da y del silencio canta las rosas,
un vendaval de acometida.
[4]Pasión, así demente quien todo lo entiende, del fuego tal vez la claridad, del aroma del fuego tus ojos y el verde balde de tus ojos hefestos.
[5]Rojo y carmesí a la violeta del Templo.
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