Eran del recuerdo que contempla
los instantes del recuerdo
Apocalipsis de tu memoria
plagada de rocas y de sueños,
las siluetas de lo informe
que aguardó tu palabra fundación.
De la roca palpitante
que aguardó el Apocalipsis de los dos.
De la risa que sulfura y comuna los abismos,
De la tarde que se agota en el suspiro del sol.
De todo ello estaba hecha mi angustia.
En mi sueño, de ella estábamos hechos los dos.
Mi angustia está hecha de memoria,
ResponderEliminarde dolor sangriento...
de grietas en piel y silencios...
mi angustia cuelga desmelenada por los rincones del alma,
y aun tiene tiempo de mirarme fijamente a los ojos y gritarme que un para siempre...
rotundo
que duele...