Las palabras se forjan en tus muslos,
en el brazo que te abraza tu cintura,
y en el otro, que recorre tu espalda
hasta tomarte de la base del cuello:
Mujer.
Toda palabra se abraza, arde.
Hasta el polvo en otra era
fue piel y sudor; y puede serlo otra vez.
Mujer.
La verdad no se eleva al cielo,
orada la tierra y busca las piedras
que le dan su suelo.
Pero… ¿y después?
Una pregunta verdadera no finca respuesta.
Llama otra pregunta que late,
desde siempre, a su interior.
Entre muslos,
ResponderEliminarentre piernas...de una mujer se pueden escribir los mejores momentos jamas soñados y disfrutados...
se puede dibujar con letras miles de cuerpos, siempre los mismos, siempre amados...
entre mis piernas no hay pierde,
nadie se pierde desde hace mucho tiempo,
no hay dibujos
no hay letras...
Y si alguna vez corrio tu sangre por mis venas?
ResponderEliminarY si por mis pulmones respiré tu aire, el que ahora quema?
eres tu
soy yo...
Ésta maldita búsqueda que no me deja vivir sin dolor, pero que no cambiaria por nada...
Y aun espero aqui,
en esta inmensidad donde habito sin ti...